Revolucionando a México

El día de mañana se recuerda un año más de la Revolución Mexicana quizá en estos momentos este hecho histórico adquiere cierta relevancia por las diversas circunstancias que está viviendo el país y muchos mexicanos.

Hace 106 años la Revolución Mexicana se originó debido a un movimiento social (más que político) ocasionado por la falta de igualdad, de derechos, de leyes que rigieran a una nación que no solo era joven en independencia sino además todavía no gozaba de una identidad nacional prevaleciente

Sin embargo, desde la palabra Revolución y la forma en que tan banalmente hoy en día se utiliza, este sentido patriótico y de igualdad social pierde profundidad tras el hecho; de que hay muchas personas que no solo han mal entendido el sentido de la palabra sino de la intención y la acción de la misma.
En esta publicación profundizaremos no solo sobre las consecuencias históricas de la Revolución Mexicana sino también sobre los ideales y orígenes de la misma


    ¿Sabías que?

 Los fríos números no conllevan por sí solos al drama que implican las muertes, las emigraciones y epidemias ocasionadas por la revolución. Lo que sí hacen es comunicarnos la dimensión social, acumulada, de los enormes dramas vividos por los mexicanos de entonces.

Un lugar común es que la revolución mexicana causó un millón de muertes.  Como sabemos, los censos se realizan cada década, y en 1910 se había concluido el tercer censo nacional que logró contar a 15.2 millones de habitantes. Debido a la revolución, el censo de 1920 se pospuso hasta 1921, y al realizarse éste se obtuvo una población de 14.3 millones de mexicanos. De la resta simple entre ambas cifras se ha obtenido la cifra que se maneja de un millón. Aunque sabemos que esta cifra no es realmente cierta debido a que miles de mexicanos tal vez al morir ni siquiera contaban con registro de nacimiento, lo que no permite sean verificables sus decesos

Otro dato no solo curioso sino además que permite explicar el fenómeno de migración que a partir de esa época se generó en nuestro país hasta nuestros días es:
Que, en cuanto a las cifras de emigración, es obvio que la región con mayor atractivo para los emigrantes mexicanos fue Estados Unidos, ya que mientras que España, por ejemplo, recibió a unos 4,000 mexicanos, principalmente religiosos, los EUA albergaron a cientos de miles.

Extrañamente las cifras censales estadounidenses no han sido utilizadas aún para determinar la emigración mexicana, pero éstas nos dicen, tomando en cuenta las muertes naturales de mexicanos emigrados durante esas décadas, que hubo alrededor de 300 mil mexicanos emigrados durante la década de 1910, y 230 mil durante la de 1920. Es decir, un total de alrededor de medio millón de emigrados mexicanos a Estados Unidos entre 1910 y 1930.




Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida

“Pues el yugo que soportaban y la vara sobre sus espaldas, el látigo de su capataz, tú lo quiebras como en el día de Madian” Isaías 9, 3



Hace unos días escuchaba a ciertas personas diciendo que quienes nos dedicamos a evangelizar no debemos hablar sobre temas políticos. Y tienen razón si se refieren a; hablar sobre los políticos y más sobre los de este país, lo que resulta no solo en una pérdida de tiempo. Sin embargo, quienes evangelizamos, sabemos que al conocer o profundizar en la ciencia de Dios (teología) estamos y debemos estar preparados para tener una conciencia social más igualitaria y justa.

 No solo se trata de tener fe, sino de creer en Dios con inteligencia. En los tiempos que estamos viviendo no es suficiente solo con decir “ten fe en Dios” pues esto es utópico. Quienes se dicen creyentes tienen que ser conscientes de las realidades que desafortunadamente siguen viviendo miles de mexicanos en el país, adquirir una conciencia nacional, hace al que tiene fe, congruente y solidario con el sufrimiento que viven muchos mexicanos.

Por ello en este blog los invito a profundizar sobre la Revolución Mexicana no como un hecho histórico o político, es preciso recordar que aquellos que lucharon en esa Revolución, en su mayoría eran gente del campo, obreros que apenas sabían leer y escribir, gente que tuvo el valor de exigir igualdad, leyes, derechos que permiten que las actuales generaciones vivan de forma más “justa”, pero seamos realistas hay mucho por hacer.

Entre otras cosas, esta mejorar las fuentes de empleo, aumentar los salarios, validar las prestaciones laborales y hacerlas obligatorias para las macro y micro empresas, el campo todavía sigue siendo un área vulnerable y mal pagada, como lo es también el salario de miles de obreros, estudiar en muchas regiones del país todavía es un lujo, y quienes lo hacen en su mayoría lo hacen en condiciones precarias.

Los privilegios como son el fuero y los salarios estratosféricos de los que gozan muchos políticos, la imposición de ideologías partidistas y la ignorancia y pobreza que existe en el país, las reformas actuales que más que impulsar el progreso del país, pareciera que lo están llevando a retroceder constitucionalmente y están beneficiando a los más ricos.

Están abriendo una brecha entre mexicanos. Entre aquellos a los que les “vale” lo que suceda con el país y los que somos denominados “anarquistas” por estar en desacuerdo con muchas de las realidades actuales del país. Y aun cuando hay muchos políticos que hoy en día utilizan la palabra “revolución” en sus discursos, para tener más propaganda y votos, habemos quienes al contrario de ellos creemos que la Revolución que puede impulsar mejores condiciones de vida en este país, empieza en el interior de cada mexicano.

 Es cierto que habrá líderes que sean los portavoces de las inconformidades, que viven los mexicanos, como en su momento lo fue un Francisco Villa, un Emiliano Zapata, Madero (los dos primeros por cierto apenas sabían leer y escribir).
Pero para que esos líderes actuales no sean lobos disfrazados de ovejas que vean solo por sus intereses, es preciso que, como mexicanos, observen y analicen la historia del país, sino descubran los signos de los tiempos y disciernan sobre cada una de las realidades que vivimos actualmente los mexicanos.

No quedarnos callados ante la desigualdad y el abuso del gobierno, no solo impulsa la conciencia social en el país, sino que además impulsa que sus hijos, mis hijos, nuestros hijos puedan tener un mejor futuro. Una mejor educación, mejores empleos y mejor pagados, igualdad ante la ley sin privilegios, menor migración, más productividad en el campo y mejor pagado, mejores prestaciones laborales, un México en donde los ricos no existan, pero tampoco los pobres; sino solo mexicanos con una vida en condiciones más dignas e igualitarias.


¿Una utopía? no lo creo





Y QUE VIVA MEXICO.....




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